Así se queda el “recinto” del Mesón del Vino en la semana de fiestas, el día después.
Me daría igual si no fuera porque se “ocupa” la única pista de baloncesto en donde los chavales pueden ir a jugar. Fastidiar a los chavales cambiando fiesta por deporte es una gran lección, si señor!
Feliz semana a los que como yo aún no estáis de vacaciones, y a los que ya estáis pues, …también!
Imagen del día: Composición con salto, de Martín Gallego
"Gloria a Dios en las alturas,
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas.
Y colgaron de un cordel
de esquina a esquina un cartel
y banderas de papel
verdes, rojas y amarillas…. "
es lo primero que se me ha venido a la cabeza cuando he visto la foto.
un abrazo.
salut!!
Buenas Ebe, llevo tiempo viendo tu blog aunque no habia hecho comentarios. Me encantan las fotos y la nitidez que consigues en estas. Respecto a esta ultima me puedo hacer una idea muy buena.Tendrías que ver Pamplona cualquier dia en Sanfermines e incluso despues.
Aqui nos pasa igual. Yo vivo en la Plaça Catalunya y en las fiestas de barrio no tienen miramientos. Suelen venir un grupo de rock los viernes y tocan hasta las 4 de la mañana. No podemos dormir los vecinos hasta que acaban y al día siguiente más de lo mismo… así tres días.
Quejas aparte, la foto refleja perfectamente el silencio después del bullicio. Te ha quedado genial. Un fuerte abrazo.
Muy buena, ebe, el color acentúa la frialdad y la soledad tras la fiesta.
Inmediatamente me vino a la mente la canción de Serrat que menciona sapet. :))
¡¡Los reflejos son increíbles!!